Según datos del Ministerio de Industria, en noviembre de 2019, el 65,08%
de los españoles estaba trabajando en empresas de menos de 250 empleados. Este dato debe de hacernos ver la importancia
que tienen las PYMES y; por lo tanto, también su seguridad integral (la de todas
las actividades y del negocio); así como, de lo conveniente de afrontar la
seguridad corporativa desde un punto de vista preventivo y no solo reactivo; lo
que, nos producirá retornos a medio plazo y nos evitará problemas que puedan
llevar incluso a una caída importante del negocio a raíz de, por ejemplo, crisis
de reputación corporativa, parones en la actividad, perdidas en la facturación o
licitaciones e incluso, caer en responsabilidades penales de la propia entidad
jurídica.
Las grandes corporaciones suelen tener más medios; pero, la gestión del
día a día de los empresarios, directivos y mandos intermedios en las PYMES
suele hacerles consumir mucho tiempo en apagar fuegos; lo que, les obliga a
retrasar la importante labor de planificación, quedándose incluso a veces áreas
y riesgos en tierra de nadie.
En el día a día de la consultoría de seguridad en empresas medianas (no
solo pequeñas) ves que no hay departamento de seguridad y que el jefe de
informática, si lo hay, no se preocupa por toda la seguridad de la información
(nadie hace barridos electrónicos o no hay destructora de papel o en las sedes
desplazadas no se actualizan los sistemas y programas de los ordenadores o no se
crean VPNs o no hay firewares…) o se
contratan alarmas desproporcionadas o con elementos mal ubicados por una mala evaluación del riesgo o en otras
ocasiones, nadie vigila la reputación corporativa en redes sociales o si se
hace, no hay plan de comunicación de crisis, plan de prevención penal o de
continuidad del negocio y menos aun, se cuidan ciertos aspectos de la seguridad
del negocio; ya no en labores de contrainteligencia empresarial, si no, al
menos, estudiar detenidamente por dónde va la competencia o los riesgos y
costumbres del país a la hora de emprender fuera o de desplazar trabajadores
(Seguridad de los expatriados)…
Muchas carencias que se pueden paliar sin matar moscas a cañonazos en
las PYMES, con una consultoría de seguridad e inteligencia, que se podría, por
ejemplo, contratar mancomunadamente en la Asociación de Empresarios Local o con
una contratación directa; pero a tiempo parcial. Sobre todo, porque lo importante es tener y
saber conseguir una información correcta para tomar medidas acertadas y así poder
poner medidas organizativas proporcionadas, que, en muchos casos, consistirán simplemente
en coordinar grupos de trabajo internos.
Al mejorar la gestión, a medio plazo, se mejorarán los resultados con
pie firme y esas medianas empresas pasarán a ser grandes.
Vicente Hernández Sánchez, Presidente de la Asociación de
Directores de Seguridad ADISPO y de AIMCSE y Director de INTGECO GROUP
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